Kin-Ball

En 1986, un profesor de Educación Física de Québec (Canadá) llamado Mario Demers decidió crear un deporte que eliminase individualismo, la falta de cooperación y la falta de integración que a diario veía en sus clases.

Y creó el Kin-Ball, un peculiar juego de pelota en el que tres equipos de cuatro jugadores se disputan un balón de 1’22 m. de diámetro, el omnikin, en un campo totalmente cuadrado. Un juego diseñado para dar a todos la oportunidad de jugar, ideado para que todos los equipos consigan anotar tantos y cuya mecánica de juego busca la cooperación entre los miembros del equipo.

La Federación Internacional de Kin-Ball cuenta con 3,8 millones de participantes, principalmente de Canadá, Japón, Bélgica, Francia, Suiza, España y Malasia. En España se practica desde el año 2000.

En este vídeo de la Asociación Española de KIN-BALL Sport (AEKBS) explican las reglas básicas y el origen de este deporte:

Por qué el Kin-Ball es un deporte genial para fomentar el trabajo en equipo:

  1. En todas las jugadas, tanto de saque como de recepción, intervienen todos los jugadores del equipo.
    Dado que la pelota no puede tocar el suelo, jugadas que en otros deportes son individuales, como el saque, se convierten en un acto de cooperación: necesariamente tres compañeros tienen que sujetar el balón para «servírselo» al saqueador.Así, en cada jugada entran en juego un montón de competencias de trabajo en equipo, como la confianza, la coordinación, etc. Y lo más importante: todos los participantes se involucran de la misma forma, ya que en este deporte no hay lugar para los «chupones» que acaparan el balón y no lo comparten con sus compañeros.
  2. Un deporte poco conocido + una mecánica original = alto impacto.
    No nos cansaremos de repetir que para que los programas de coaching y team building sean realmente eficaces, tienen que ser de alto impacto para que los participantes los recuerden. Tienen que ser memorables.El Kin-Ball es una gran opción porque ¿quién olvidaría fácilmente haber estado jugando con una pelota casi tan grande como los jugadores?
  3. Válido para cualquier edad y sexo
    Así como otras actividades pueden requerir un nivel físico más exigente, este deporte puede ser practicado a cualquier edad. Otro rasgo interesante del Kin-Ball es que es desde su creación un deporte de competición mixta: hombres y mujeres practican juntos el deporte siguiendo el deseo del entrenador Demers de promover valores como la igualdad de género.
  4. ¡Es divertido!
    Este es otro de los pilares que, para nosotros, tiene que tener cualquier actividad de empresa, ya sea un kick-off meeting o una salida para fortalecer las relaciones dentro del equipo. Tiene que salirse de la rutina, porque el factor diversión ayuda a algo fundamental durante este tipo de eventos: a que los roles dentro del equipo se intercambien, dando lugar a cambios positivos.
  5. Colores para integrar
    Los tres colores que el entrenador Demers eligió para los equipos tienen su significado: el rosa representa la igualdad de género a que hacíamos referencia anteriormente, el negro en contra del racismo y el gris por la ruptura de barreras en el mundo.
  6. Veinticuatro jugadores
    Aunque durante el partido solamente juegan cuatro jugadores por equipo, se permite que cada equipo tenga otros cuatro jugadores suplentes más.
    Si además hacemos varios equipos y formamos una pequeña liguilla, esta actividad puede involucrar a todo un departamento o una empresa entera.
  7. Éxito desde los primeros minutos de juego
    ¿Sabéis esos partidos en los que uno de los equipos ni huele el balón, mientras el equipo rival se infla a anotar tantos? En el Kin-Ball eso no ocurre: Mario Demers ideó la mecánica del juego de tal forma que fuera muy fácil para los equipos conseguir puntos desde el principio.En una actividad de team building, esto ayuda a romper el hielo y a que los participantes cojan confianza desde el primer momento para que vayan soltándose.
  8. En el Kin-Ball no te encajan goles, regalas puntos cuando fallas
    Uno de los aspectos más fascinantes del Kin-Ball es el sistema de puntos: los tantos no se consiguen «encajando goles» al adversario, sino que es el propio equipo el que regala puntos cuando el balón cae y comete una «falta». ¿No es una metáfora genial? Cuando el equipo no logra coordinarse y falla en el objetivo común (que la pelota no caiga al suelo), entonces su rivales ganan puntos. 

Más | Reglamento oficial del Kin-Ball en español

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