la gran renuncia coaching

La gran renuncia es el hecho de que las empresas pierdan su mejor valor, el humano, de forma masiva. Algo que está ocurriendo desde hace algún tiempo a nivel general en nuestro país. Cientos y miles de excelentes profesionales están renunciando a trabajar en España dadas las condiciones laborales y económicas. Y es que buscar un lugar mejor para trabajar es siempre, el objetivo de todos. Y con mejor no es solo un buen salario acorde a lo que se aporta sino otro sin fin de aspectos positivos que configuran y hacen a un trabajo como el deseado por el profesional. Evitar la gran renuncia debe ser siempre el objetivo de todos los líderes de las organizaciones. Realmente, sufrir este fenómeno en las listas de una compañía puede suponer la debacle de la misma. La rotación elevada de personal es algo altamente negativo para una empresa. ¿Cómo evitar la gran renuncia?

¿Qué es la gran renuncia?

La gran renuncia o también conocida como “big quito” es uno de los acontecimientos recientes que más impacto está teniendo en el entramado empresarial a nivel internacional. Un fenómeno que ya está a la altura de situaciones históricas como la gran depresión o la crisis de las hipotecas de 2008. 

La gran renuncia es el fenómeno dado en Estados Unidos en primavera de 2021. En aquel momento hubo que volver a las empresas y oficinas de forma presencial tras la crisis de Covid19. La población trabajadora que había estado meses en casa trabajando y re-estructurando sus vidas consideró otras formas de vivir y de forma masiva, renunció a sus puestos de trabajo para perseguir sus sueños o encontrar algo que les hiciera más feliz a nivel profesional. 

Entre marzo y julio de 2021, más de cuatro millones de empleados dejaron sus trabajos… Al mes. Es una barbaridad. Las empresas notaron rápidamente este efecto y tuvieron que tomar drásticas medidas. Nunca se había presenciado algo así y fue el psicólogo y profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Texas, Anthony Klotz, quien acuñó el término por primera vez en un artículo periodístico en Bloomberg. 

Unos meses después se evaluó que la gran renuncia había supuesto 12 millones de personas que dejaban su puesto de trabajo así como sus funciones habituales de forma repentina y simultánea. 

El por qué de la gran renuncia

Si algo trajo y conllevó la crisis por Covid19 fue sin duda alguna, el cambio de escenario en el ámbito de los recursos humanos así como la gestión de personas en las empresas. Pasamos de modelos presenciales a otros telemáticos y digitales en los que comprobamos que no era imprescindible estar en la oficina para desempeñar con éxito y calidad las tareas habituales. 

Durante los meses de confinamiento se comprobó que se puede trabajar de otra manera gracias a la digitalización. Además, todo el mundo, en mayor o menor medida, realizó un análisis de su propia situación de vida. Ello llevó a que valorásemos mucho más nuestro tiempo y cómo queríamos emplearlo. 

La búsqueda de la satisfacción se acrecentó y se volvió más notable. Millones de personas en todo el mundo se plantearon su día a día y cómo querían llevarlo. Un trauma colectivo propició que la gente buscase aún más su razón de ser. 

Querer más tiempo libre, desear una conciliación familiar más eficaz y satisfactoria así como trabajar en lo que realmente nos apasiona fueron las tres grandes motivaciones que empujaron a millones de personas a dejar su trabajo. 

Cómo evitar y combatir la gran renuncia

Para las empresas supuso una auténtica debacle hacer frente a esta situación. La gran renuncia fue muy dolorosa y conllevó importantes consecuencias para el entramado empresarial. Evitar que vuelva a ocurrir es uno de los grandes objetivos actuales de todos los líderes relevantes del escenario. Y es que para una empresa, la salida simultánea de 3 empleados ya puede suponer una gran renuncia. Todo depende del volumen de la compañía así como de la ubicación de los trabajadores que se marchen. 

Dejar a un departamento en números rojos de personal en un momento clave puede generar un auténtico dolor para la empresa. Empresas que ahora ven con mayor importancia el diseñar planes de contingencia para evitar estas situaciones. ¿Cómo se puede evitar y luchar contra la gran renuncia?

  • Cuidar al personal: si quieres tener empleados felices y leales, hay que cuidarlos. La motivación radica en la tranquilidad, en estar contentos y satisfechos. En el momento que esto falle, el empleado tenderá a buscar otras alternativas. 
  • Valoración del tiempo: es cierto que el salario es uno de los aspectos mejor valorados a la hora de mantener un trabajo pero cada vez más, la valoración del tiempo es vital. La flexibilidad horaria es imprescindible para todo el mundo (tenga o no familia). Las empresas deben tenerlo muy en cuenta y ofrecer planes de flexibilidad para realizar las tareas. Lo que importa es el trabajo bien hecho.
  • Eliminar burnout: un empleado quemado está abocado a buscar algo mejor. Antes o después, tenderá a marcharse de la compañía. No se trata de agobiar al empleado con miles de tareas imposibles de acometer. 

Y por supuesto, la gran acción que siempre hay que implementar para evitar cualquier renuncia es apostar por el valor más importante de toda empresa: el personal. Teniendo presente que estos son los que realmente consiguen que la compañía salga adelante, invertir en su cuidado será una acción directa e inmediata. 

En coaching trabajamos con infinidad de líderes a los que ayudamos a identificar esta importancia poniendo en valor a sus equipos. Podemos acompañarte a crear dinámicas y estrategias enfocadas en tus empleados ¿hablamos?