Descansar es fundamental. No es posible continuar trabajando si no hay una parada para retomar fuerzas. Las vacaciones no son realmente algo que nos apetezca (eso por supuesto)… Son una necesidad. Y no solo para la persona que las disfruta sino para la empresa contratante y/o cliente. Un profesional que está descansado, oxigenado y que se aleja por un espacio de tiempo de sus obligaciones y entorno laboral, por mucho que le guste, será alguien más feliz y sobre todo, recargado de energía, motivación y creatividad.
El objetivo de las vacaciones según la ciencia
Las vacaciones son realmente beneficiosas y no lo decimos nosotros ni quien las disfruta sino que esta afirmación está totalmente avalada por la ciencia. El tiempo libre, dispersar la mente y oxigenar el cerebro de la tensión del día a día ayuda en todas las áreas de nuestra vida.
Deshacerse por unos días de la rutina habitual ayuda a que la salud física, emocional y mental mejore en todos los ámbitos. De ahí que en todos los trabajos se incluyan días de vacaciones “pagados” porque facilita la tranquilidad de poder dedicarnos a lo que cada uno quiera y desee.
Por lo tanto, el objetivo principal de las vacaciones es sin duda, estar tranquilos y alejados del bucle diario en el que nos involucramos de manera constante.
Los beneficios de las vacaciones
En este punto podríamos estar añadiendo puntos e información de manera infinita y es que sin duda alguna, las vacaciones cuentan con un índice de beneficios incontable. Los principales son:
Reducción del estrés y la ansiedad
El día a día es vertiginoso. Vamos rápido incluso si no tenemos prisa. Nos pasamos el día hiperconectados (móvil, llamadas, mensajes, emails, etc). El estrés y la ansiedad son los nuevos compañeros inseparables de viaje de todos los humanos. Desprenderse de ellos es una ardua tarea. ¿Cómo hacerlo? Con las vacaciones. Dejar de tener tantas obligaciones por unos días ayuda a reducir esos niveles de ansiedad y estrés. No tener que cumplir con las expectativas de nadie (jefes, superiores, clientes) permite relajar el sistema nervioso y nos ayuda a que los niveles de estrés disminuyan.
Si no se reduce esa mochila, seguirá incrementando peso hasta el punto de que no podamos más con ella. ¿Las consecuencias? Todos las conocemos y pueden ser realmente nefastas.
Las vacaciones aportan sensación de bienestar por lo que sin duda, son un rival para el estrés y la ansiedad.
Mejora del estado de ánimo y por tanto, la felicidad
El estrés y la ansiedad son ladrones de felicidad. No hay manera de que se lleven bien y puedan convivir y es que si tenemos altos niveles de estrés, estaremos intranquilos, nerviosos y así, es completamente imposible ser y estar felices. Nuestro estado de ánimo será decadente y la rueda girará más y más deprisa hacia abajo.
Por lo tanto, si reducimos el estrés y la ansiedad gracias a las vacaciones, nuestro estado de ánimo se verá directamente beneficiado. Será como hacer ejercicio, nos ayudará a adelgazar, encontrarnos mejor, ganar salud… Los beneficios de las vacaciones generan una reacción en cadena muy saludable.
Incentiva la creatividad
El bucle del que antes hablábamos, el del día a día, nos reduce nuestra capacidad creativa. No porque queramos sino porque no tenemos espacio para nada más que las tareas que tenemos que hacer y además, ocuparnos del estrés y la ansiedad generada.
Cuando paramos, todo se ve con otros ojos, con espacio, con aire… y la creatividad encuentra su espacio para salir a relucir. Es como una plantita que tiene cemento arriba, imposible que avance pero si se lo quitamos y despejamos el camino, va a crecer verde, fuerte y súper bonita. La creatividad necesita de oxígeno, de aire, de espacio y eso, se lo dan las vacaciones.
Las mejores ideas saldrán a relucir cuando no estemos pensando en nada, cuando el estrés no ocupe nuestra mente y dejemos volar la imaginación.
Aumenta la productividad
Y por supuesto, si estamos tranquilos y liberados de estrés, nos enfocaremos más en la tarea que tenemos por delante. No pensar en las mil cosas pendientes hace que el agobio desaparezca. Eso contribuye como nada a aumentar la productividad ya que cada minuto dedicado será de muchísimo valor y calidad.
Las vacaciones son una obligación para todos y están contempladas en las leyes de trabajo de todos los países. No descansar es totalmente contraproducente y cualquier empresario – jefe – cliente que no lo entienda, está fuera de toda partida. Exprimir a los trabajadores puede resultar en un corto periodo de tiempo pero cualquier persona extenuada terminará por explotar y estará realmente lejos de dar lo mejor de sí mismo.
Con coaching es posible incluso hacer que esas vacaciones sean mejores y se aprovechen mas. Reducir el tiempo para desconectar lo que se queda y poder enfocarnos en descansar es siempre el principal objetivo. ¿Te ayudamos?