agenda y bullet journal

Somos muchos los que consideramos que el año laboral e incluso, personal, va de septiembre a agosto. Nos hemos quedado con reminiscencias de la época escolar y estudiantil y seguimos organizándonos así. En realidad, sería mucho más “natural” ya que tras el gran parón del verano, retomar es como empezar el año. Tanto es así que las empresas y marcas de agendas cada vez lo tienen más presente en sus productos. Y no solo para los escolares, también para los profesionales en activo. ¿Cómo es esto de organizar la agenda de septiembre a agosto? ¿Qué es y cómo puede ayudarnos en la productividad el sistema Bullet Journal?

¿Cuándo empieza el año realmente?

A efectos de calendario y de forma “natural”, el año siempre comienza el 1 de enero pero, en realidad, mentalmente y de forma práctica, para la inmensa mayoría, el año arranca a comienzos de septiembre. Y no necesariamente, el día 1 de septiembre. Todo varía de cuando cada uno se incorpora al trabajo, de cuando da por finalizado el verano, de cuándo los hijos vuelven al colegio…

El parón veraniego es el más pronunciado que tenemos en el año (siempre hablando en general). A las vacaciones de verano llegamos agotados, el cansancio del año se nota y mucho, el calor es imposible de llevar para trabajar y de ahí, que tengamos esos meses con un nivel más bajo de trabajo y por ende, de rendimiento.

Estas vacaciones están ideadas para reponer energías, para refrescar la mente, para descansar y volver muy arriba de ganas. La productividad se trabaja durante los meses de vacaciones también dejándola descansar.

El retorno después del verano es ese momento en el que estamos más motivados, refrescados y con las energías a tope… supuestamente. Sí, de un lado queda la crisis y depresión postvacacional pero esto ocurre si no te gusta tu trabajo y la vuelta se convierte en un suplicio (esto da para otros post y contenidos).

De ahí que en septiembre listemos nuestros nuevos propósitos: ir al gimnasio, adelgazar, comer mejor, aprender un idioma, etc. Es realmente el inicio del curso (por algo también los niños empiezan el curso en septiembre y no en enero). Es algo mucho más natural que el año empiece a efectos prácticos, en septiembre.

Es tal el efecto y la utilidad de empezar el año en septiembre que, motivados por los más pequeños, las marcas de papelería y agendas cada vez más lanzar productos adecuados a estas fechas. Las agendas “escolares” ya no lo son tanto y tienen sus versiones profesionales cada vez más desarrolladas. Las agendas “septiembre – agosto” ganan adeptos a gran ritmo.

El bullet journal para organizarse

Hace unos años y quizás motivado por el vacío de agendas profesionales y para adultos que cubrieran este calendario (de septiembre a agosto), se creó lo que conocemos como Bullet Journal. Aunque a priori parece que es crear un cuaderno bonito (hay quien incluso piensa que es una pérdida de tiempo), el bullet journal es mucho más. Todo un sistema de organización que enfoca a la persona a ser más ordenada y a aumentar su productividad.

Olvida el mito de que es hacer un cuaderno porque esto, es solo una parte de todo este sistema muy bien ideado y que aporta muchísimos beneficios a la organización y productividad.

Un bullet journal puede ser el cuaderno que todos conocemos y vemos en Instagram pero también un listado de tareas, un calendario, una guía de estudio, una planificación de menús de comidas… Todo lo que cada uno quiera y necesite para que su día – semana – mes y año estén totalmente organizados. ¿Cómo? Dedicándole tiempo a eso mismo, a planificar y además, haciéndolo bonito (lo que para cada uno sea bonito) y cómodo.

Si hay una clave que hace único al bullet journal es que es único, personal y totalmente personalizable a las necesidades de cada uno. Es la fórmula “más creativa de organización” y puede (debe) aplicarse a la faceta que cada uno quiera: personal y/o profesional.

Historia del Bullet Journal

El creador, Ryder Carroll (diseñador gráfico de Viena que padece un trastorno de déficit de atención) ideó este sistema a partir del registro, en varios cuadernos, de sus pensamientos y necesidades… Algo que le llevó a poder aprobar los exámenes de la universidad (cuando su distracción se apoderaba de él). Más adelante, en su época laboral, todos esos cuadernos los redujo a uno solo y creó una web en la que compartió este proceso para ayudar a otras personas. Poco a poco el sistema “caló” por sus beneficios y hoy es mundialmente conocido representando una de las mayores tendencias en redes como Instagram (más de 5,6 millones de publicaciones).

¿Cómo funciona el Bullet Journal?

El objetivo de este método es que estés organizado, que seas creativo (y sigas trabajando esta faceta) y que además, utilices las manos para ello. Con la era digital nos hemos olvidado de escribir a mano y esto, tiene muchísimo e importantes beneficios para nuestra productividad, la creatividad y la concentración. Por supuesto, el Bullet Journal ayuda, en esta vorágine de vida (familia, pareja, amigos, hijos, trabajo…) a pensar en uno, en lo que nos apetece también hacer y nos ayuda a destinar tiempo a esas actividades tan necesarias.

Bullet Journal en 5 pasos: materiales y metodología

El bullet journal es más fácil de lo que parece por encima de lo que vemos publicado en Instagram. Y necesitas también mucho menos material de lo que los más frikis recomiendan. Eso sí, no garantizamos que luego no te hagas adicto y quieras hacerlo cada vez más elaborado.

Un cuaderno y un bolígrafo.

En realidad, es lo único que necesitas sobre todo, para empezar. Elige un cuaderno que te guste y con el que te sientas bien. A partir de ahí, podrás sumar las herramientas que quieras.

Tiempo para ti.

Para poder organizar tu vida necesitas dedicarte tiempo. Un buen momento es los domingos por la tarde – noche y así planificar la semana.

Establecer intenciones y a qué lo vas a dedicar.

¿Qué quieres conseguir con el Bullet? Lista tus intenciones, tus objetivos y de ahí, a crear y organizar.

Personalización

Si algo tiene de mágico el Bullet es que es totalmente personalizable, que puedes hacerlo como más te guste y totalmente adaptado a ti.

Concentración

Lo realmente importante es lo que requiere de tu atención plena. Trabajar la concentración empieza por poder concentrarse… y de ahí, el resto va más fluido.

Busca tu fórmula de organización

Lo fundamental en todos estos casos es que escojas el método que más te guste y sobre todo, con el que cada uno se sienta más cómodo. La organización, la productividad y el estar enfocado es algo súper personal. Desde Utopía Coaching podemos ayudarte a encontrar ese método, el tuyo y ponerlo a trabajar en pro de tu productividad. ¿Hablamos?