trabajo no estrés

Puede parecer una utopía y quizás incluso, lo es. Pero encontrar un trabajo no estresante es el sueño de toda persona. De una forma o de otra, siempre que estamos realizando una actividad que persigue un objetivo y tiene una recompensa – intercambio económico, se considera trabajo y lleva implícito un nivel de estrés. ¿Es realmente necesario que exista ese estrés laboral? ¿Podemos hacer / tener un trabajo sin nervios, ansiedad y estrés? ¿Es posible disfrutar del trabajo sin miedo?

Lo que imprime de estrés a un trabajo

Si queremos tener trabajos sin estrés es imprescindible que reformulemos los entornos laborales. Y es que hoy en día, parece que no entendemos un trabajo sin nervios, sin estrés. ¿Qué lo motiva? El miedo a la pérdida de ese puesto, de ese status, de esa situación laboral que nos aporta un sueldo y una tranquilidad económica. Siempre que tengamos miedo a perder algo, aparecerá el estrés asociado en cuestión de segundos.

Así, si un empleado o nosotros mismos tenemos miedo a perder el puesto de trabajo, tendremos estrés laboral. Si sentimos la precariedad en nuestro entorno profesional, sufriremos de estrés.

Pero además de la pérdida, hay otros factores que pueden llevarnos a tener y vivir estrés laboral. Sentirnos amenazados, poco valorados e incluso, maltratados en el trabajo, por supuesto, nos hará elevar nuestros niveles de estrés. Teniendo claro y jamás olvidando que el estrés tiene un impacto psicológico muy importante y que nos va a llevar a un deterioro cognitivo y de nuestro bienestar emocional bastante importante.

Son infinitos los motivos que pueden llevarnos a tener estrés a nivel laboral. Y no solo externos del propio trabajo sino también internos. Está en nosotros cómo nos tomamos la situación,  como vivimos el trabajo, como percibimos las amenazas exteriores y cómo gestionamos el estrés laboral. Todo tiene un impacto y va en relación a la importancia que le damos. Y esa importancia está estrechamente ligada también a la seguridad que tenemos en nosotros mismos. La autoestima y su nivel determinará también el estrés que generemos de situaciones de riesgo.

Si estamos convencidos de nuestra valía, de lo que aportamos y de nuestras capacidades para resolver situaciones (en el propio trabajo o si lo perdemos por diferentes circunstancias), el miedo a la pérdida se reducirá considerablemente y tendremos un nivel de estrés muchísimo menor en el entorno laboral.

Nivel mínimo de estrés

¿Un nivel menor pero no la ausencia por completo? Exacto. Y es que aunque parezca lo contrario, un mínimo nivel de estrés en bueno para que hagamos correctamente nuestro trabajo y seamos felices. Cuidado, que hay estrés positivo y es muy útil pero no hay que confundirlo con el estrés que nos quita el sueño, nos modifica la conducta hacia aspectos negativos y nos hace sufrir.

Un poquito de estrés en el trabajo es lo que nos llevará a estar motivados, lo que nos ayudará a incentivar la creatividad (esto habría que discutirlo aún más porque hay quien crea muchísimo mejor en calma y tranquilidad y que es en vacaciones por ejemplo cuando le surgen las mejores ideas), nos ayuda a ser resolutivos y a tener ese empuje que sustenta la proactividad.

Así que estos niveles mínimos y controlables de estrés si que son positivos y nos ayudan a ser mejores en el trabajo. Hay que determinar muy bien la línea que separa el estrés bueno del perjudicial y transitar ese horizonte con pies de plomo y muy bien asentados en nosotros mismos.

Los 3 factores que determinan la ausencia de estrés en un trabajo

Volviendo al foco interesante de este post, lo que queremos conseguir es un trabajo sin estrés o al menos, que el estrés que nos genere sea positivo y nos ayude a ser mejores profesionalmente y más felices. ¿Cómo conseguir este trabajo sin estrés (del negativo)? Habría que generar un plan de acción profesional muy importante y tener en cuenta también las variables externas pero con estos tres factores, la situación puede ser bastante beneficiosa.

Seguridad en ti mismo y tus habilidades

Ya lo descubríamos anteriormente y es que si estás seguro de ti, de tu valía y de tu aporte a la empresa, el estrés se verá reducido en niveles muy significativos. El miedo a perder lo que nos aporta un sueldo es siempre un generador de estrés muy representativo. Por eso, trabajar en nosotros mismos, en la seguridad que tenemos en nuestras aptitudes / actitudes, en nuestro trabajo, en cómo nos desenvolvemos es lo que hará que podamos transitar por la vida seguros de que somos relevantes y no tan fácilmente prescindibles.

Y en el caso de por diferentes situaciones se deba prescindir de nuestro rol en un momento determinado, esa seguridad es la que nos aportará tranquilidad para saber que tendremos otro lugar para trabajar.

La pasión por tu trabajo

Es imposible no sufrir estrés laboral si no estamos apasionados por lo que hacemos. Realizar cualquier actividad por obligación, sin que nos guste, sin que nos apasione está totalmente obligada a generarnos dolor, estrés, infelicidad y un sin fin de emociones negativas añadidas.

Si quieres ser feliz profesionalmente asegúrate de hacer algo que te guste, en lo que disfrutes y con lo que te sientas más que feliz. Ponle pasión porque es un excelente nivelador y regulador de estrés. A más pasión, menos estrés porque lo que estás haciendo lo harás con mayor motivación que solo la de percibir dinero.

Un sistema organizacional saludable

Y por último pero no menos importante, asegúrate que el sistema organizacional, la empresa donde trabajas, se preocupe por sus empleados, esté enfocada a la salud emocional y tenga muy presente la importancia de reducir los niveles de estrés en sus empleados.

Por supuesto, esta es una acción que no depende directamente de ti… o sí. Puedes antes de empezar a trabajar en esa empresa informarte de cómo están sus empleados, de qué política de trabajo interno tienen, de si tiene buena o no reputación como empresa (ahora con internet es muchísimo más fácil conocer estos datos). Cuando estés dentro puedes hacer por sumar salud emocional a tu ambiente de trabajo, generar un espacio saludable y en el que tú y todos, estéis mucho más felices y los niveles de estrés se reduzcan. Al final, es responsabilidad de todos los integrantes.

Tener un trabajo con menor nivel de estrés es más que posible. Es tú responsabilidad trabajar sobre ello y hacer el camino para conseguirlo. Con acompañamiento es mucho más ágil y llevadero. Llegarás a los objetivos fácilmente y disfrutarás del camino. ¿Hablamos?