El desorden, la acumulación de cosas y la suciedad son los peores enemigos de una vida saludable en todos los aspectos. Tener un espacio ordenado, en el que puede fluir la energía y rodeándonos solo de los elementos necesarios nos aportará mucha más salud emocional, física y nos ayudará a enfocarnos más y mejor. Todo se verá afectado si conseguimos tener nuestro hogar y también como no, nuestra oficina bajo un estado de organización y limpieza. ¿Cómo hacerlo de forma constante y mantenerlo? Con Cleanfulness. Y además, disfruta de ti mismo/a mientras practicas las actividades que ayudarán a mantener bien tu espacio.

¿Qué es Cleanfulness?

A estas alturas seguro que ya has escuchado bastante el término Mindfulness y si te interesa toda la corriente de la meditación y estar en “presente”, incluso habrás leído y estudiado sobre ello. En estos tiempos en los que todos andamos inmersos en velocidades astronómicas de vida, bajar el nivel y conseguir centrarnos en lo que hacemos huyendo de distracciones es el mayor objetivos de al menos, unos cuantos.

Sabiendo la importancia que tiene que estemos centrados, que bajemos el nivel de estrés, que nos enfoquemos en hacer una cosa a la vez y que así nuestro cerebro pueda sobrevivir de forma más saludable, se están desarrollando diferentes técnicas y metodologías para aplicar este principio a todos los aspectos de nuestra vida.

Uno de esos casos es el Cleanfulness que afecta a los espacios en los que convivimos y su organización y orden para que sea más sostenible y saludable. Pero, ¿qué es exactamente el cleanfulness?

Cleanfulness: definición

Puede parecer un término nuevo (y quizás el término en sí, lo sea) pero el concepto es algo que lleva siglos entre nosotros. Todas las religiones y filosofías de vida apuestan desde las épocas ancestrales por los beneficios que aportan el orden y la limpieza en nuestros espacios así como el respeto por las pequeñas acciones y tareas cotidianas de cada día.

Con todos estos parámetros se construye el término Cleanfulness que significa y se traduce como esa sensación de paz que nos acoge cuando limpiamos nuestra casa, la ordenamos o realizamos alguna tarea cotidiana (planchar, lavar los platos, pasar la aspiradora, etc).

Según los profesionales expertos de una importante marca de productos de limpieza, Cleanfulness es “esa sensación de sosiego y equilibrio que alcanzamos gracias al cuidado del entorno en el que vivimos y nos desenvolvemos un cuidado que aporta una importante mejora en nuestro estado de ánimo”.

De esta forma, el Cleanfulness y su práctica se han instaurado como un motivo más para que nos dediquemos a tener casas y oficinas más ordenadas, limpias, en las que fluya más la energía y además, encontremos un beneficio extra para nuestra salud mental y emocional.

Las bases del Cleanfulness

Para poder realizar un correcto ejercicio de Cleanfulness no solo vale con ordenar y limpiar nuestro espacio (ya sea casa, oficina u otro). Hay que tener en cuenta determinadas acciones sobre todo las que implican a nuestras emociones entorno a esa actividad que estamos realizando.

Listemos las bases del Cleanfulness para ponerlo en práctica de la mejor forma posible en 5 tips.

Tiempo y tareas

El Cleanfulness tiene que servir para sentirnos mejor mientras lo practicamos y además, para dejar limpio y ordenado nuestro espacio de vida. Por lo tanto, determina qué tiempo vas a dedicar a la sesión (como si de una clase de yoga se tratase) y lista las tareas que vayas a realizar. No te pongas a limpiar porque sí. Prepara con antelación tu sesión de Cleanfulness e inclúyela en tu rutina de vida como tal. No te agobies, define las tareas y el tiempo que podrás acometer porque no se trata de limpiar todo y súper bien sino de disfrutar del tiempo que le dedicas.

A tu manera

El Cleanfulness no va de limpiar todo al máximo y dejar todo como una patena y según los cánones del orden. Esto va de dejarlo todo como a ti te gusta, como a ti te hace sentir bien, con lo que estás cómodo/a y según como disfrutas tu espacio. Así que antes de ponerte manos a la obra, piensa lo que quieres hacer en cada estancia y determina tú orden, no el de otros o el que hayas leído y con el que no te sientas a gusto. Es tú espacio y debe estar según tus deseos.

El sentido emocional de lo que limpiamos

Cuidado con pensar que estamos haciendo Cleanfulness porque limpiamos la ventana porque está sucia. Se trata de limpiar u ordenar algo pensando en el beneficio que representará para nuestro estado de ánimo. Si limpiamos la ventana es porque nos permitirá que entre claridad y sol algo esencial para nuestra alegría y felicidad. Si quitamos cosas de en medio o tiramos lo que no nos hace falta es porque estaremos despojándonos de mochilas y cosas que “nos pesan”. Busca siempre el significado emocional de la tarea que vayas a realizar y el beneficio que te aporta en ese sentido.

Diviértete con cualquier tarea

En toda casa hay tareas que nos gustan menos (dependiendo de cada persona será una u otra). Puede ser limpiar el baño, tender la ropa, planchar… hay gustos para todo pero esas tareas también hay que hacerlas. ¿Cómo incluirlas en el Cleanfulness? Haciendo que sean agradables. Ponte música que te encante o un podcast… lo que sea que a ti te eleve el nivel de energía y convierta esa actividad en algo súper agradable y motivador.

Siempre en positivo

Aunque estés cansado, se trata de conseguir un efecto positivo con la realización de esa tarea. Piensa en el resultado y en cómo te vas a sentir cuando tu casa esté ordenada, libre de trastos, bien organizada y sin que tengas que estar angustiado por la suciedad. Mirando ese objetivo todo será más fácil y llevadero.

Ahora ya sabes lo que es Cleanfulness y cómo puede aportarte importantes beneficios no solo a tu espacio sino a tu salud emocional y mental. El final del verano es un momento muy bueno para ponernos con ello. ¡Adelante!