lider_altamente_sensible

Ser una persona altamente sensible puede traer diferentes consecuencias que incluso, pueden dificultar la vida diaria si no se aprende a gestionarlas. En el terreno laboral es una cualidad que igual que aporta un valor determinado, también puede hacer y generar determinadas heridas que se complican y generan dolor y sufrimiento además de frustración. Si somos un líder nato, tenemos una serie de cualidades que nos favorecen para el liderazgo y además lo trabajamos de forma activa pero somos PAS (persona altamente sensible), el escenario puede ser una oportunidad o una debilidad. Todo depende de cómo se trabaje la situación y se gestione cada caso. Eso sí, lo importante es siempre, implementar las herramientas para identificar el caso y de ahí, trabajar con acompañamiento para su conversión a oportunidad.

¿Qué es un líder altamente sensible?

Un líder altamente sensible es una combinación de cualidades en una misma persona. Cualidades que determinan a las personas altamente sensibles (PAS) en un perfil de liderazgo (que aunque lo identifiquemos más a nivel laboral, el que es un líder, lo es en todas las áreas de su vida).

Estas personas ejercen un liderazgo único, especial, muchísimo más cercano a sus equipos y que trabaja muchísimo con la empatía. Estas cualidades son imprescindibles para que un líder tenga mejores resultados y mayor calado en sus labores y con sus trabajadores. Ya no funciona, quedó muy lejos, lo de los jefes de siempre de mano dura, con estructuras verticales muy rígidas y basadas en el ordeno y mandas.

El liderazgo que ejercen las personas altamente sensibles están basados precisamente en esa sensibilidad que además ofrece otras particularidades altamente útiles como mayor fortaleza (aunque parezca contradictorio).

Características de un líder altamente sensible

Los líderes altamente sensibles tienen cualidades específicas que los determinan y califican como tales. No tienen superpoderes sino sí otra serie de puntos fuertes que se pueden aprovechar, potenciar y trabajar de forma enfocada para sacarles aún más partido y sobre todo, minimizar las posibles consecuencias negativas que puedan tener sobre ellos mismos (más que sobre cualquier otra persona del entorno).

Estas personas combinan su liderazgo de una manera muy especial con sus cualidades de persona altamente sensible. ¿Qué características los definen? Todas ellas son importantes, las más positivas porque tanto a ellos como a sus equipos les darán valiosos beneficios y las más negativas porque deben aprender a gestionarlas para minimizar su impacto.

Son personas, debido a su condición de alta sensibilidad, que les cuesta encajar en sociedad pero que han aprendido a gestionarlo de forma exitosa gracias a su perfil de liderazgo. Un equilibrio muy bueno.

Viven todo con mayor intensidad. Para proyectos y trabajos en los que hay que remar con fuerza es positivo porque lo dan todo pero su arista menos agradable es que pueden sufrir en demasía con otros puntos de fracaso.

Los entornos de trabajo, de la empresa tienen para ellos muchos lados diferentes que les ofrecen retos, estimulación y ambición pero también estrés, ritmo rápido y exceso de competitividad. Estar más en unos o en otros dependerá de si tienen en ese momento más activado el rol de persona sensible o el de liderazgo. El equilibrio es maravilloso porque sacarán lo mejor de cada rol sin caer en lo negativo de ambos.

Se conocen más y tienden a trabajarse esas cualidades para aportar valor a sus carreras profesionales y a sí mismos. Y es que según importantes estudios de la doctora Elaine N. Aron, se conoce que esta cualidad, la de hipersensibilidad ayudó de diferentes maneras a favorecer la supervivencia de la especie.

Tienen mayor percepción de los entornos, más conciencia de las oportunidades lo que hace que sean más hábiles para desarrollar cualquier acción y actividad.

Idealistas y con convicciones firmes

Los líderes altamente sensibles aportan mucha idealización de las circunstancias en el aspecto positivo. Están sumamente comprometidos con aquello en lo que creen y en el caso de la empresa, suelen estar sumamente alineados con los propósitos de estas. Defienden derechos del equipo con empatía en armonía con las necesidades de la empresa. Una cualidad única para un gran líder.

Excelentes comunicadores empáticos

Se saben comunicar, han desarrollado esta cualidad de forma extrema porque en ello, les va su capacidad de relacionarse. Y es que por su cualidades especiales les cuesta encajar y para superarlo, se esfuerzan más en la comunicación.

Dialogar, negociar, ser asertivos, escuchar con empatía y tener respeto por el otro forman parte de su discurso.

Generan entornos de trabajo de motivación y felicidad

Les va mucho de su salud y felicidad en ello. En el espacio en el que se encuentran y se desarrollan. De ahí que se esfuerzan día a día para generar espacios seguros, tranquilos, confortables y que están enfocados a extraer lo máximo de todos, en todas las áreas (no solo lo estrictamente profesional).

Los líderes altamente sensibles son una figura valiosa a tener muy en cuenta por parte de las organizaciones. Con ellos se puede conseguir que los equipos de trabajo sean altamente eficaces y además, aporten valor extra a todas las áreas de la empresa.

Si eres una persona altamente sensible y además tienes un perfil de líder (por elección propia o porque con la vida has detectado ese aspecto), con acompañamiento es posible potenciar las cualidades del mismo así como aprender a gestionar todo de forma exitosa. En Utopía podemos y queremos acompañarte… ¿hablamos?