resiliciencia

Escuchamos hablar de ella. Incluso, usamos el término en determinadas ocasiones pero pocos sabemos realmente lo que es la resiliencia y mucho menos, cómo aumentarla. De hecho, pensamos incluso que es algo “negativo” a veces… Y es que la confundimos con procrastinar o dejar las cosas para otro momento.

Descubramos qué es esto de la resiliencia, cómo podemos trabajarla y aumentarla. Sus beneficios son cuantiosos y de una gran calidad para nuestra vida diaria.

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia como tal es la capacidad de todo ser humano para recuperarse de las adversidades. En otras palabras, una persona “resiliente” es la que tras un “revés” de la vida o situación “complicada”, se levanta y vuelve a brillar.

De hecho, un resiliente además de recuperarse de las circunstancias, las aprovecha para aprender, crecer y aportar a su vida ese aprendizaje dado por la situación.

La vida es un constante de situaciones “complicadas” (aunque en realidad una situación no es ni fácil ni difícil sino que depende más de cómo la asumimos y tomamos nosotros). Pero la vida, si se vive, va de eso… De tener situaciones diferentes a diario a las que hay que saber tomarle el pulso y llevarlas de la mejor forma posible.

Y hay que saber llevarlas… ¡En positivo! Aunque cueste, aunque tengamos momentos de “no poder más”. De todas, hay que salir, hay que reponerse y hay que salir fortalecidos. De eso va la vida. De continuar el camino y creciendo.

Por eso, hay que ser resilientes. Hay que trabajarse la capacidad de recuperación de las situaciones de la vida. Quedarse anclado en algo “doloroso” no es opción para conseguir tener una vida plena y feliz.

Todos vivimos cosas que nos duelen e incluso, que nos hacen sufrir y muchísimo. Gestionarlas y superarlas no es olvidarlas. Es aprender a vivir con ello, aceptarlo y continuar. Por los demás que nos rodean pero ante todo, por nosotros mismos.

¿Cómo trabajar la resiliencia?

Uno de los puntos más importantes para trabajar la resiliciencia es conocerte a ti mismo y saber cuáles son tus puntos débiles. Esos que si se tocan o están “en riesgo” por alguna situación externa, pueden generarte más dolor.

Una vez que los conozcas, cuídalos, protégelos. Cámbialos si lo ves posible para poder así minimizarlo. Hazte con un “botiquín de emergencia emocional”. A mi, personalmente, me ayuda mucho. Sé que cuando alguna situación me puede llegar a “superar”, tengo esas acciones que me ayudan a gestionar mis emociones (pintar, leer, pasear, viajar, descansar).

Estar con uno mismo, tomarte tu tiempo y estar convencido que con tu esfuerzo y trabajo emocional, todo se supera, son las claves más importantes para trabajar la resiliencia.

Además de estas, hay otras claves que puedes poner en práctica para mejorar la resiliencia.

Tips y claves para aumentar la resiliencia

  • Aceptación del cambio: la vida es un constante cambio y lo mejor que podemos hacer es, aceptarlo. Si nos agarramos a lo que hay y tenemos de forma poco saludable y obsesiva, cada vez que haya un cambio en nuestras vidas, llegará el sufrimiento.
  • Nada es insuperable – Racionaliza: hay que aprender a racionalizar las cosas que ocurren en nuestra vida. Pocas cosas son “tan importantes” como para que nos vaya la vida en ello o hagamos un drama. Con una actitud positiva todo se tiene a solucionar antes y mejor.
  • Pequeñas metas más livianas: cuando tenemos un problema o situación complicada, lo mejor para ir gestionándolo es establecer un plan de acción con metas más alcanzables. Ya sabes, los viajes sin paradas son imposibles.
  • Toma decisiones: no es posible avanzar si nos quedamos quietos en el mismo lugar. Tomar decisiones hacia delante es lo que nos ayudará a movernos y conseguir que el escenario en el que estamos, cambie.
  • Se positivo – nada dura eternamente: es así, aunque cueste, hay que mirar siempre la parte positiva de las situaciones. Porque aunque no lo creas, la tienen. Siempre la tienen y encontrarla, solo depende de ti.
  • Perspectiva de tu vida: que algo “complicado” y duro ocurra no significa que toda tu vida sea un desastre. Racionaliza. Y ten perspectiva de todo lo que hay en tu vida que seguro que bueno, hay mucho.

Si quieres trabajar la resiliencia y lo ves un poco difícil para ti, lo mejor es hacerte con un buen acompañamiento para el camino. Con coaching es más sencillo y sobre todo, no te sentirás solo en ningún estadio del proceso.